Vivimos en un lapso del tiempo en que la computación esta pasando por importantes cambios. Por un lado los dispositivos móviles toman el mando en la computación personalizada para las masas, y por otro las consolas viven un punto de quiebre en el que pueden desplazar casi por completo a un PC ¿Cómo hace sentido esto?

El PC y las consolas de videojuegos  han coexistido desde un inicio como dos opciones para los jugadores. Por un lado están quienes sólo quieren disfrutar del juego, sin mayores exigencias gráficas pero con accesibilidad de fácil y rápido uso. Mientras que por otro lado están los gamers más hardcore y exigentes en cuanto a gráficas. Ese es en resumen lo que diferencia actualmente de quienes prefieren las consolas y quienes se dejan seducir por la potencia del PC para juegos. Pero, como estamos en un proceso de constantes cambios, esa diferencia hoy puede cambiar.

consola del futuro

PC-consola en hardware

Las próximas consolas más potentes (Ps4 y la nueva XBOX ) se verán familiarizadas por su arquitectura x86, más en detalle hablamos de un fabricantes de chip en común, AMD. Esta arquitectura le dará la potencia necesaria para que las consolas levanten cabeza, tras largos años sin presentar nada nuevo, mientras que los gráficos de AMD les permitirán hacer de los juegos mucho más realistas. Además (y como ya vemos en la PS4), la presencia de un chip que combina CPU+GPU en un sólo empaque, le dará a las consolas la posibilidad de aprovechar la potencia de esta combinación tan importante a futuro.

La elección de AMD por parte de ambos compañías (y también de Nintendo) pasa por un par de factores pero uno de importancia fue la factibilidad de acceder a un hardware de gran integración en componentes y que ofreciera la mejor relación precio rendimiento. Algo que NVIDIA, Intel o cualquier otro fabricante no pudo ofrecer, ya que le falta o potencia, o versatilidad, o precio.

Al crear estas consolas con chips personalizados (hechos a la medida), se garantizará la producción en masa de estos y reduce costos. Esto es algo que merece la atención de cualquier fabricante, ya que es un negocio lucrativo. Algo que también vemos en los diferentes equipos que lideran la computación móvil como smartphones y tablets. “La vestimenta” pasa a tener un rol importante y la personalización de equipos en cada usuario pasa a segundo plano. Como vemos estas soluciones a gran escala pueden desbalancear un negocio para uno u otro lado.

PC-consola en software

Actualmente Sony, Nintendo y Microsoft no sólo buscan los mejores títulos, ni los mejores gráficos, sino que nuevas experiencias de juego y más importante aun, un ecosistema que aglutina aplicaciones que vemos en nuestros PCs (Internet, videos, redes sociales, etc).   Esta versatilidad en las consolas apunta a encantar a diferentes usuarios (en un ámbito más familiar), tal como hoy lo hace un PC hogareño.

La consola como PC desktop del futuro, parece algo bastante probable cuando el PC como tal ha perdido importancia. Además los desarrolladores de juegos intentan cada vez más “hacerle el quite” a lanzar juegos para PCs (poco rentables) y ya se ha dado un gran paso en equipar a las consolas con arquitectura x86, la que ayudará en el desarrollo de software hoy visto en sistemas ya probados como Windows. Esto le entrega un plus importante de compatibilidad en los sistemas PC-consola. No parecerá raro que prontamente Microsoft integre algo parecido a Windows en su próxima XBOX y podamos usar las aplicaciones que usamos en nuestros PCs.

¿Es posible que en el futuro la consola reemplace al PC?

Si la versatilidad y la facilidad de uso de los smartphone y tablets son el futuro del PC-móvil, las consolas buscan su espacio como centros estacionario de entretención multimedia para el hogar, lo que inevitablemente cae en lo que actualmente desempeña (o desempeñaba) un PC.

Algo que viene sonando fuerte entre las voces de la industria del videojuego, es que ven a la consola como un PC, gracias a las funcionalidades y potencia que se asemejan con este. Es una posibilidad sin duda, pero que como equipo único (y sin el plus del recambio que ofrece un PC) puede ser un producto que alcance el éxito o el fracaso en poco tiempo.

A las consolas del futuro, potencia no les faltará y será esta la que ayude a desmarcarse de los dispositivos móviles,  mientras hagan uso de este tanto en juego como en aplicaciones. Algo que le quitará protagonismo a los PC.

¿Crees tu que este futuro pueda hacerse realidad? ¿Qué pasaría si la consola pasa a ocupar el espacio en tu escritorio que antes estaba reservado para tu PC? 

Déjanos tu opinión al respecto.