La unión entre Intel y AMD, que dio vida a los procesadores Kaby Lake-G, al parecer ha llegado a su fin.
Considerando que se ha dado de baja esta línea de CPUs con gráficos Vega, y que Intel ha contratado a varios ex-trabajadores de AMD para participar en la nueva división de gráficas que prepara, pareciera que la unión entre las dos compañías tiene los días contados.
Los procesadores Kaby Lake-G prometían bastante, ya que unirían el poder por núcleo de Intel con la indiscutible superioridad gráfica que AMD tiene en sus chips integrados. Ambos conectados mediante PCIe.
Estos procesadores estarán disponibles para compras mediante Intel hasta el 31 de enero de 2020, y las entregas se harán a más tardar el 31 de julio del mismo año. Las razones tras este “quiebre” según la empresa azul son debido a que el público cambió su interés a otros modelos de su lineup, por lo que la familia Kaby Lake-G ya no tiene razón de existir.