Debido a un pésimo sistema de refrigeración, el nuevo MacBook Pro 2018 con Core i9 rinde peor en renderización que el mismo modelo con procesador Core i7. ¿La solución? dejarlo en el congelador a -18ºC.
Dave Lee en su review del MacBook Pro 2018 con procesador Intel Core i9-8950HK, descubrió que la única manera de sacarle todo el rendimiento al equipo es dejándolo en el refrigerador. Este CPU destaca por tener 6 núcleos y funcionar con una frecuencia base de 2,9 GHz y una frecuencia boost de 4,8 GHz.
Este problema ya es ajeno a Intel, y recae completamente en Apple y su intento de hacer un equipo potente y pequeño, pero sin tomar los resguardos necesarios y obligatorios frente a piezas de alto rendimiento y consumo, tal como ya lo hacen decenas de marcas que fabrican equipos para juegos y para trabajos profesionales, con sistemas de refrigeración a la altura de las necesidades.
Al renderizar, el problema de throttling es tan grave que el equipo incluso debe disminuir la frecuencia base para mantener todo a una temperatura segura. Esto, obviamente, disminuye el rendimiento, dejando al MacBook Pro 2018 con Core i9 trabajando más lento que el mismo equipo pero con procesador Core i7.
Como prueba final para validar que la temperatura es el gran problema, el reviewer de este equipo lo puso a trabajar dentro del congelador, lugar donde el procesador se desempeñó como debía.